Documento redactado el 16.11.1941 por el responsable médico de la 'Panzerarmee 2' en el que se informa sobre el notable ascenso de bajas por enfermedad y se exponen los motivos.
16.11.1941
Panzerarmeearzt
Panzerarmee 2
El desde hace 14 días constatado notable incremento del número de enfermedades obliga a examinar las causas.
A continuación los ingresos en unidades sanitárias, es decir, incorporaciones en hospitales de campaña y militares y centros de concentración de enfermos, en el sector de la Armada:
Heridos | Enfermos | |
06.11. | - | 619 |
07.11. | 52 | 352 (sin 4. Pz.Div.) |
08.11. | 73 | 511 (sin XXIV.A.K.) |
09.11. | 350 | 450 (sin 17. Pz.Div.) |
10.11. | 107 | 523 |
11.11. | 40 | 360 |
12.11. | 34 | 173 |
13.11. | 42 | 630 |
Las enfermedades son principalmente enfermedades de los conductos respiratorios superiores e inferiores (un llamativo alto número de neumonías), enfermedades cutáneas (sarna, furunculosis, etc.) así como otras dolencias (reumatismo, catarros de vejiga, etc.). Esta composición de los ingresos de enfermos muestra que se trata mayoritariamente de enfermedades respiratorias provocadas por los efectos del clima invernal. Debido a las llamativas altas cifras de enfermos puede llegarse con toda seguridad a la conclusión que la equipación de la tropa es insuficiente para prevenir estas enfermedades. El que tras el primer día de fuerte frío en una sola división de infantería se comuniquen 72 casos de congelación no hace más que constatar esta percepción.
Las por mí realizadas investigaciones constatan que la mayor parte de la tropa combatiente todavía no dispone de vestimenta de invierno. El Sr. Comandante General del XXIV.A.K. me comunicó el 11.11. que unicamente una tercera parte del Korps está equipada con ropa de invierno. No existe ningún lugar a dudas en que los hombres sin vestimenta de invierno, independientemente si son conductores ó soldados de infantería, si combaten ó se encuentran horas en convoyes en las intransitables vías, tienen necesariamente que enfermar. Tras 5 meses de inauditas e ininterrumpidas penurías en esta Campaña del Este el poder de resistencia biológico de cada hombre se ha visto tan debilitado que no hacen falta temperaturas de 15 grados bajo cero para paralizarlo completamente. Investigaciones en centros de concentración de enfermos constatan que la mayor parte de los hombres, especialmente los oficiales, están totalmente agotados.
Entre otras cosas he podido constatar que por ejemplo dentro del XXIV.A.K. falta grasa para botas (según tengo entendido forma parte de la equipación de invierno), de modo que tras un corto periódo de tiempo el agua de la nieve se filtra al interior de las desgastadas botas y el hombre a partir de entonces tiene constantemente los pies mojados; una consecuencia son catarros de vejiga, bronquitis, gripe, etc.
Pero no solamente la escasez, tambien la calidad de la vestimenta de invierno no se corresponde con las necesidades del invierno ruso. Los protectores de cabeza son demasiado finos y tras un corto periódo de uso se estiran tanto que la protección que ofrecen es ilusoria. Muchos hombres no disponen del segundo par de calcetines de lana, de modo que tienen que emplear los desgastados calcetines que ya utilizan desde el verano; estos desgastados calcetines ya no calientan lo suficiente. Las fajas, que como he podido constatar en algunas formaciones unicamente las posee cada quinto hombre (!) son demasiado finas y al parecer apenas contienen lana, de modo que su efecto térmico es reducido. Las mantas de lana tampoco merecen esa denominación.
Con frecuencia se indica que el ejercito alemán entre 1914/18 aguantó cuatro inviernos rusos. Cuando se hace esta comparación se omite que entonces se trataba de una guerra de posición: los hombres se encontraban casi siempre en sus trincheras cavadas en el suelo y generalmente disponían de estufas; tras unos días de servício en las trincheras estos hombres eran asignados a alojamientos preparados para que pudieran descansar y recuperarse fisicamente. La importancia de la cuestión del alojamiento, al igual que la del abastecimiento, ha sido expresamente reconocida en la recien apararecida directiva H.Dv.1a, anexo 2, cifra 76 'Particularidades de la marcha y el combate en invierno'. En la actual Campaña del Este ambos puntos continúan siendo un problema sin resolver.
La tropa ha sido sorprendida por el invierno ruso: la insuficiente equipación, el deficiente ó bien inexistente alojamiento y el frecuentemente insuficiente abastecimiento conducen forzosamente a un elevado número de bajas por enfermedad.
Si las actuales bajas por enfermedad se mantienen en su actual número la Armada perderá cada més aproximadamente una división.