Informe redactado el 23.11.42 por el Oberleutnant Georg Amsel, jefe de compañía del Pz.Jg.Abt. 43 (8. Pz.Div.), sobre las experiencias realizadas por su unidad con cañones anticarro autopropulsados '7,62 cm PaK 36 (r) auf Fahrgestell Panzer 38(t)'.
23.11.1942
Amsel, Oberleutnant y jefe de compañíaDirigido a:
Panzerjägerabteilung 43
Informe sobre las experiencias realizadas con el 7,62 cm (r) Sfl durante las operaciones con el II.A.K.
Ventajas tácticas:
Velocidad, movilidad y rápida disponibilidad de fuego son ventajas excepcionales de este arma. Ha quedado demostrado que és aconsejable explorar diferentes posiciones de fuego pues la rápida realización de cambios de posición puede llevarse a cabo sin ninguna dificultad. El gran alcance y poder de perforación del cañón permite abrir el fuego a grandes distancias, de modo que tambien pueden aceptarse posiciones de fuego própias no muy ventajosas. Todos los objetivos a los que nos hemos enfrentado, tambien los carros de combate enemigos más pesados (KW-I), han podido ser destruidos mediante Panzergranate 39, razón por la que el empleo de Panzergranate 40 no ha sido necesario y por consiguiente en las operaciones hemos transportado una muy pequeña cantidad de esta munición. En el transcurso de las operaciones nos hemos enfrentado a una cifra de carros de combate enemigos relativamente baja, de modo que los cañones han sido frecuentemente empleados para el combate de objetivos especiales. Muy efectiva ha sido la granada de alto explosivo sin temporizador contra búnkers y con temporizador contra objetivos especiales, teniendo que sernos esta granada suministrada en grandes cantidades. El mando a través de mensajes de voz, partiendo de la premisa que se dispone de un vehículo de mando y que en nuestro caso lo puso a disposición el I./Pz.Reg. 10, ha sido en el ataque una gran ventaja. Se constata que el equipo de comunicación de a bordo es muy necesario pues el conductor, debido a su mala capacidad de observación, durante la noche tiene que ser dirigido por el jefe del cañón.
Ventajas técnicas:
El chásis dispone de buenas caraterísticas de conducción y permite tomar posiciones de fuego de una forma muy silenciosa. Durante la marcha el vehículo es relativamente rápido. La dirección y el cambio son faciles de manejar. Si se conduce correctamente las cadenas no pueden perderse.
Desventajas tácticas:
Debido a su gran altura el cañón puede ser facilmente descubierto por los observadores enemigos. El situar el cañón en una posición de fuego cubierta requiere de gran habilidad del jefe del cañón. En campo abierto unicamente puede atacarse desde una posición de pendiente inversa (Hinterhangstellung) pero en este caso el ángulo de elevación del cañón es insuficiente y frente al cañón se crea un gran ángulo muerto. Sobre campo abierto y plano por lo tanto solamente puede abrirse el fuego a distancias de más de 1000 metros, en caso contrario el riesgo de perder el cañón es demasiado grande. El apoyo del tubo del cañón debe retirarse unicamente una vez se ha alcanzado la posición de fuego, pues tras marchar sin el apoyo del tubo, incluso trayectos muy cortos, el cañón se desajusta y no puede asegurarse entonces una exitosa operación. Una buena puntería es muy importante pues, incluso cuando la posición de fuego ha sido bien camuflada, tras el primer disparo una enorme nube de polvo revela su posición. Por este motivo durante los combates se ha tenido que cambiar la posición de tiro con gran frecuencia ó bien tras cada disparo el cañón ha tenido que ser retirado. Retirar el apoyo del tubo del cañón durante el ataque ha sido una gran desventaja. Sería muy deseable que el retirar el apoyo del tubo del cañón pudiera ser llevado a cabo por el conductor ó radiotelegrafista desde el interior; de este modo se evitaría que tras alcanzar la posición de tiro un hombre tuviera que abandonar el interior del vehículo.
Operar con el cañón es unicamente posible ó bien detrás de la infantería ó bien bajo una muy potente protección por la infantería, pues la dotación del cañón se encuentra en sus laterales y zona posterior desprotegida y debido a su gran altura puede ser facilmente atacada. Aumentar la altura del blindaje lateral podría contribuir a reducir las bajas causadas por armas de infantería y metralla. En zona boscosa el cañón no puede ser empleado pues sus granadas de alto explosivo detonan incluso a 3 - 4 metros de distancia, poniendo así en peligro a su própia dotación. La ametralladora apenas es empleada pues su posición es demasiado baja. En zona boscosa la visión del servidor de la ametralladora es insuficiente. La cantidad de munición transportada es insuficiente para operar en largos combates. El acceso a la munición es difícil.
No es posible la observación simultánea hacia la derecha y hacia la izquierda del cargador y del artillero pues los límites de visión de sus visores no se solapan. La comunicación por radio desde la posición de tiro unicamente puede llevarse a cabo un corto periódo de tiempo pues el cañón es rapidamente descubierto y atacado con fuego directo.
Desventajas técnicas:
Debido a la desventajosa posición del centro de gravedad provocada por el largo tubo los muelles son sobrecargados, las averías de muelles y de pernos capuchinos se producen diariamente. Practicamente no ha exisitido un sólo día donde alguno de los cañones no hubiera sufrido una avería en los muelles. El suministro de muelles de recambio ha sido muy difícil, razón por la que algunos cañones se han encontrado no operativos durante semanas. Se aconseja el abastecimiento de un gran número de muelles.
Al marchar sobre terreno accidentado y terreno blando se ha podido constatar que la presión sobre el suelo del cañón es algo elevada. A pesar de un cuidadoso estilo de conducción los cañones frecuentemente se han atascado sobre el terreno y provocando la pérdida del arma pues no hemos dispuesto de los vehículos de remolque necesarios.
El acceso por parte del conductor a la llave de combustible para cambiar entre los diferentes depósitos así como al estrangulador de aire es muy difícil, sería muy ventajoso incorporar estos elementos en una zona mejor accesible. El rellenado de combustible se vé dificultado por una posición demasiado baja del cuello de llenado.
Las averías en la caja de cambios se producen casi con la misma frecuencia que las averías en los muelles. Las diferentes marchas pueden ser ajustadas en una cierta medida. La holgura de ajuste debería ser aumentada.
El cableado del equipo de comunicación de a bordo es demasiado corto.
Tras largas marchas la cubierta del motor alcanza tan altas temperaturas que los zapatos de los soldados se queman.
El consumo de combustible en estos motores se considera demasiado alto.
Abastecimiento:
Para el abstecimiento de munición habían sido previstos vehículos acorazados de amunicionamiento. Ninguno de estos vehículos ha logrado alcanzar en ningún caso la posición de fuego de los cañones. Todos los vehículos han causado baja debido a averías en las cajas de cambio, cadenas y sistema de rodadura.
Al no ser posible adquirir ningún recambio todos estos vehículos tuvieron que ser enviados a Alemania para poder ser allí reparados. En el transcurso de una ofensiva y debido a que los 30 proyectiles almacenados en los cañones son insuficientes estos tienen que ser inmediatamente abastecidos con nueva munición. Por este motivo para el abstecimiento de munición han tenido que ser empleados los todavía disponibles remolcadores de 1 tonelada, vehículos que han operado con buen éxito y que unicamente han causado baja sobre terrreno muy difícil y tras un largo periódo de uso. Para estos vehículos hemos podido conseguir recambios, razón por la que se ha podido disponer de ellos de forma continuada. Como no podemos contar a corto y medio plazo con los vehículos acorazados de amunicionamiento sería deseable poder emplear los remolcadores en gran número para esta finalidad. Sobre terreno difícil estos vehículos de orugas tambien han tenido que ser empleados para el abstecimiento de combustible. El consumo de combustible se ha situado entre los 250 y 300 litros por cañón. En operaciones defensivas se ha constatado como muy ventajosa la creación detrás de los pelotones de posiciones de abastecimiento de munición y combustible.
General:
No se aconseja subordinar los pelotones a unidades extrañas pues sus jefes valoran erroneamente el arma (cañones de asalto, cañones anticarro de asalto, etc.). Debido a que frecuentemente no debía contarse con la aparición de carros de combate enemigos los cañones han sido empleados en muchas ocasiones como cañones de infantería, algo que se ha saldado con pérdidas. Con el argumento de querer apoyar moralmente a nuestra infantería los cañones han sido adelantados hasta primera línea y empleados como cañones anticarro. A mis indicaciones que este tipo de operaciones no se corresponden con las características del arma la única respuesta que he recibido es que ha sido necesario.
Firmado: Amsel