Documento original (enlace externo)

Documento redactado el 22.06.50 por Karl Kobelt, Jefe del Departamento Militar Federal y responsable de la reorganización y modernización del ejercito suizo tras la Segunda Guerra Mundial, donde comparte con diferentes departamentos un informe de un ex-jefe de pelotón alemán sobre sus experiencias de combate con el 'Jagdpanzer 38'.

Nota:
La empresa Skoda suministraría entre 1947 y 1950 un total de 158 'Panzerjäger G 13' al ejercito suizo con el que serían equipados tres batallones cazacarros. Quien esté interesado en esta variante suiza de posguerra del 'Jagdpanzer 38' y disponga de buenos conocimientos de alemán, puede encontrar en el Schweizerisches Bundesarchiv un gran número de interesantes documentos relacionados con este vehículo.

Bern, 22.06.1950

 




Dirigido a:
Jefe de Instrucción,
Jefe del Estado Mayor,
Jefe las Tropas Ligeras (L. Trp.)
Jefe de las Tropas de Cohetes y Artillería (RTA)





Un conocido mío, comandante de vehículo acorazado alemán durante la última guerra, el ingeniero C. Sievert en München, tras haberselo solicitado me ha enviado el informe adjunto sobre sus experiencias de combate. Es probablemente útil no solamente conocer las opiniones de los generales sinó tambien las de los simples comandantes de vehículos acorazados (en este caso jefe de pelotón). En mi opinión este informe contiene un gran número de útiles sugerencias.






Firmado. Kobelt,
Jefe del Departamento Militar Federal




Informe sobre experiencias de la guerra con el Jagdpanzer 38 (vehículo acorazado Skoda)




  1. Sus ventajas:

    1. Fuerte e inclinado blindaje frontal (60 mm, 30°). A partir de los 600 m seguro frente a granada perforadora de 7,62 cm. A distancias de 300 m no ha sido perforado por granadas perforadoras de 15 cm, si bien el blindaje en los cordones de soldadura ha resultado abollado hacia su interior. Por este motivo contra cañones anticarro y carros de combate siempre debe atacarse frontalmente (como un toro).

    2. Reducido peso (16 toneladas): en casos de emergencia puede atravesar puentes de madera provisionales.

    3. En relación a su peso un muy potente y certero cañón 7,5 cm L 56. Hasta los 800 m puede perforar al T-34 (modelo de carro de combate medio), entre los 400 - 600 m mediante impactos contra la toma de la torreta y zonas similares puede tambien dejar fuera de combate a vehículos acorazados pesados.

    4. Reducida altura y ancho. Puede facilmente desaparecer tras cualquier arbusto ó portón. Sobre ventajoso terreno ondulado ó de arbustos puede aproximarse al enemigo sin ser descubierto.

    5. Buen equipo de radio-comunicación. Básico para la cooperación entre los cazacarros del pelotón y de la compañía. Suele ser poco empleado porque las tripulaciones no están suficientemente instruidas.
  2. Sus desventajas:

    1. Cadenas demasiado estrechas y afiladas. Sobre terreno húmedo y embarrado se atasca facilmente. Puede evitarse mediante exactas indicaciones del comandante al conductor (que dispone de muy malas condiciones de visiblidad). El comandante debe poseer un buen sentido del terreno y basicamente evitar cualquier zona de terreno dudosa. Cuando las cadenas empiezan a "comerse" el terreno debe en primer lugar intentarse progresar con una marcha reducida, en ningún caso acelerar al máximo. Si esta medida no funciona debe detenerse el vehículo inmediatamente y permitir que la infantería ó el operador de radio coloque bajo y frente las cadenas madera en rollo, fajinas, ramas de árbol, vallas de jardín ó similares. Sobre terreno blando y clima húmedo se aconseja transportar para este fín en el vehículo cazacarros siempre madera en rollo ó tablones. En ningún caso debe llegarse a la situación que el vehículo se hunda tan profundamente sobre el terreno que la parte inferior del chásis roce con el suelo (en este caso el vehículo no puede liberarse en ningún caso por sí solo sin previas y largas tareas de excavación). Por este motivo así como por la incompetencia de los comandantes y conductores muchos vehículos cazacarros se perdieron y tuvieron que ser volados.

    2. Caja de engranajes demasiado débil, es decir, delicada. Si un vehículo cazacarros se atasca sobre el terreno y logra ser recuperado por un "colega" - en el caso de lograrlo realmente - este sufre una vería en la caja de engranajes, de modo que tambien causa baja. Las mejores experiencias se han realizado con la asignación de remolcadores de 18 ó 24 toneladas a cada batallón. El Jagdpanzer 38, transformado en vehículo de recuperación, es tambien demasiado débil para asumir esta misión, siendo unicamente apto para remolcar sobre buenas carreteras.

    3. Punto débil en el blindaje frontal: zona de salida del tubo del cañón, bajo el montaje de bola. Con la posición del tubo bloqueada, es decir, ligeramente inclinada hacia arriba, esta zona ha sido perfectamente perforada por granada de 7,62 cm causando la muerte del comandante. Por este motivo ante fuego enemigo, aunque este no haya sido todavía localizado, debe inmediatamente reducirse la inclinación del tubo del cañón.

    4. Débil blindaje lateral y del techo. El blindaje lateral y el del techo es seguro frente fuego de armas de la infantería y ametralladora así como metralla, pero es perforado sin problemas por granadas perforadoras. El blindaje del techo ha sido perforado por una granada de alto explosivo de 10,5 cm (muerte de toda la tripulación), en cambio una mina de lanzagranadas de 17 cm sobre el inclinado blindaje lateral no causó ningún daño. Idealmente no deben exponerse los flancos del vehículo cazacarros a fuego de cañones anticarro ó carros de combate, atacar siempre frontalmente y nunca realizar ataques como carros de combate (véase más adelante 'Empleo táctico').

    5. Reducida capacidad de visión de la tripulación, especialmente del conductor. El campo de visión del conductor a través de los dos prismas rectangulares es muy limitado. Por este motivo desde el momento en el que el vehículo cazacarros se pone en movimiento el conductor debe continuamente recibir instrucciones del comandante (en ocasiones tambien del operador de radio) a través del sistema de comunicación de a bordo. ¡No debe permitirse nunca que el conductor conduzca independietemente! Para el comandante es una obligación fundamental - con una única excepción - el observar en todo momento desde el exterior de su cúpula y no sentarse nunca (véase más adelante 'Tripulación').

    6. La ametralladora de a bordo manejada por el operador de radio mediante periscópio no ha sido empleada con éxito. Es demasiado imprecisa (nisiquiera posee un valor moral) y no puede desencasquillarse desde el interior. Las mejores experiencias se han realizado con una simple fijación por horquilla giratória en 360° a la que se ha incorporado una MG 42. Esta ametralladora ha sido operada por un valeroso granadero tumbado sobre la plancha de blindaje inclinada del motor.
  3. Empleo táctico:

    El más importante principio: el vehículo cazacarros no es un carro de combate (con torreta giratória y con un fuerte blindaje en todas sus zonas), es decir, ¡no debe realizar misiones de carros de combate! Donde aún y así este principio se ha ignorado se han sufrido siempre elevadas bajas que nunca han guardado ninguna relación con los éxitos logrados.

    La táctica del vehículo cazacarros consiste en, al estilo del cazador, acechar objetivos localizados como p.e. carros de combate, posiciones de cañones anticarro, búnkers, nidos de ametralladoras, etc. Para ello puede exponerse tranquilamente al fuego enemigo (pero siempre de frente), si bien su fortaleza reside en atacar por sorpresa y desaparecer.

    El terreno más ventajoso es terreno abierto, ondulado con arbustos, grupos de casas, etc. Cuando en su zona de preparación (idealmente en una posición de pendiente inversa fuera de la visión del enemigo) se le informa sobre la aparición de un objetivo, el cazacarros avanza lentamente - con el tubo del cañón inclinado hacia abajo - hasta que unicamente el tubo sobresale de la pendiente. Entonces combate el objetivo hasta que su posición ha sido descubierta. En caso de que el fuego contra él sea muy potente el cazacarros retrocede para volver a aparecer en otro lugar. De forma similar se opera en las afueras de localidades, lindes de bosques y cañadas. ¡Deben siempre explorarse 2 - 3 diferentes posiciones temporales! En este tipo de operaciones las bajas sufridas han sido minimas y se han logrado los más grandes éxitos.

    Combates en carreteras y bosques deben evitarse siempre que sea posible, pues el campo de tiro es muy reducido. Es necesaria una fuerte protección de la infantería debido al peligro que suponen grupos de combate anticarro de proximidad.

    Si en un caso excepcional debe realizarse un ataque acorazado, la posición enemiga debe atacarse frontalmente; cañones anticarro que amenazan los flancos deben ser anteriormente anulados ó bien una parte de los cazacarros debe encargarse de ellos. ¡Cuidado con campos de minas enemigos (y tambien própios)!

    Se han realizado muy buenas experiencias con el ataque mediante medio pelotones y el avance por pelotones, es decir, mientras un cazacarros avanza a su nueva posición sus otros dos camaradas de pelotón asumen su escolta, pues mientras el vehículo cazacarros se encuentra en movimiento este se encuentra practicamente indefenso. Una vez el cazacarros ha alcanzado su nueva posición el próximo vehículo dá el "salto". Para poder aplicar este procedimiento conjunto es imprescindible una buena comunicación por radio y una buena colaboración entre los vehículos. ¡No puede entrenarse lo suficiente!

    Cuando en el transcurso del ataque el cazacarros alcanza su nueva posición este no debe esperar para abrir el fuego hasta haber descubierto bien camuflados objetivos enemigos, sinó que debe disparar inmediatamente con granadas de alto explosivo puntos llamativos del terreno (arbustos, entradas a localidades, cañadas y similares). De este modo logra dos objetivos: El enemigo se considera localizado, responde abriendo el fuego y descubre su posición ó bien el enemigo es sorprendido moralmente y abandona su posición. El buen comandante sabe pronto qué puntos del terreno deben ser inmediatamente atacados (esta es por cierto la misma táctica que emplean los rusos en sus ataques acorazados).

    Generalmente debe dispararse unicamente cuando el vehículo está detenido y además durante la marcha la posición del tubo del cañón debe ser bloqueada. Aún y así durante movimientos de ruptura (especialmente en zonas urbanas y veredas de bosques) se ha aplicado con éxito el siguiente método: el tubo del cañón es ajustado a su inclinación más baja y el artillero dispara de forma independiente a 50 - 80 m con granadas de alto explosivo con detonador de impacto (mejor aún con temporizador); el comandante y la infantería montada sobre el cazacarros dispara indiscriminadamente con ametralladora y subfusíl. Los efectos morales logrados - incluso con fuego no dirigido - son tan grandes que el enemigo esconde la cabeza y puede ser "arrollado" facilmente.

    Todas las operaciones, especialmente los ataques, deben ir precedidos de una meticulosa exploración del terreno (personalmente por los jefes de pelotón, comandantes y si es posible por los conductores y los artilleros) y cada una de las fases del ataque deben ser previamente definidas y discutidas (tambien si es posible entre toda la tripulación).


  4. Operaciones con la infantería:

    En el último año de la guerra y motivados por el creciente empleo de medios de combate anticarro de proximidad, ambos bandos asignaron a cada cazacarros 4 - 5 soldados de infantería como "escolta personal". Estos soldados estaban subordinados directamente al comandante del cazacarros. Armamento: subfusíl ó carabina de asalto (7,9 mm, 32 disparos), granadas de mano huevo (Eierhandgranaten), pala corta. Su jefe estaba equipado con un prismático con escala binocular. Estaban instruidos en labores de infantería, limpieza de minas, eliminación de bloqueos, empleo de medios de combate anticarro de proximidad (eran siempre equipados con 1 - 2 Panzerfaust) así como en la táctica de los vehículos cazacarros.

    Durante la marcha estos soldados montan sobre el vehículo. Cuando el cazacarros toma una posición de tiro la infantería salta y se reparte a 15 - 30 m del vehículo, se atrinchera y asume la protección del cazacarros en todas direcciones.

    En posiciones defensivas se ha empleado con éxito la creación de montículos de tierra de 1 m de altura ó bien fosos de 1 m de profundidad donde ante ataques enemigos el cazacarros puede buscar cobijo. De este modo la delicada zona inferior del cazacarros era protejida. Para cada cazacarros deben preveerse diferentes posiciones de este tipo (posiciones alternativas).

    En el combate de objetivos de infantería un soldado puede operar la ametralladora de a bordo (véase más arriba).

    Debido a las vibraciones tras el disparo, la observación del tiro própio es difícil. En estos casos es ventajoso que el jefe de la infantería se tumbe a la derecha del cazacarros y con sus prismáticos observe la posición del tiro, pudiendo comunicarsela al comandante por voz ó mediante signos.

    La infantería puede tambien ser empleada como mensajeros, tropa avanzada y en casos de emergencia incluso para reemplazar a miembros de la tripulación.

    Tambien debe haber sido instruida en el empleo de granadas de humo, pues de vez en cuando al realizar un cambio de posición (momento de debilidad) es necesario camuflar los movimientos del vehículo cazacarros.


  5. La tripulación:

    Como tripulación deben escojerse unicamente voluntarios, valientes y entusiastas, aptos para este arma.

    1. El comandante. Es el ojo, el cerebro y el espíritu del cazacarros. Debe ser valiente, fiable y prudente así como disponer de un buen sentido del terreno. Debe formar parte del mejor material humano, en ningún caso debe para este puesto escojerse a suboficiales sobrantes.

      Debido a las más arriba ya mencionadas existentes condiciones técnicas del cazacarros, el comandante está obligado a permanecer siempre de pié sobre su asiento y observar desde su cúpula, quedando de este modo su cabeza y parte superior del cuerpo expuesta al fuego enemigo. Esta es una obligación fundamental del comandante, pues en el momento en el que se sienta y cierra la tapa de su cúpula el cazacarros se encuentra ciego e indefenso. Solamente existe un caso donde puede actuar de este modo: en la zona de preparación ante fuego de artillería, lanzagranadas ó ataques aéreos.

      Las bajas de comandantes son naturalmente muy altas (de los 14 comandantes de una compañía tras 8 semanas de operaciones 13 resultaron heridos ó muertos). Por este motivo debe preveerse una reserva de comandantes un 20 - 30% superior al número de vehículos cazacarros disponibles.

    2. El conductor. Debe haber sido muy bien instruido, ser tranquilo, en ningún caso una persona nerviosa. Debido a que debe recibir continuamente indicaciones del comandante, los dos tienen que armonizar perfectamente, como el jinete y su caballo.

    3. El artillero. Debe ser fiable, una persona muy tranquila y poseer un buen ojo y sentido del terreno. Debe conocer a la perfección todos los modelos de carros de combate enemigos y sus puntos debiles así como su própio cañón y sus problemas.

    4. El operador de radio. Debe disponer de una mente muy ágil. Tiene que entrenar una y otra vez el establecer conexiones y la comunicación por voz.

    5. La infantería. Instrucción y armamento véase más arriba. Debe ser asignada siempre al mismo vehículo cazacarros para que de este modo entre ella y la tripulación se cree un fuerte vínculo y se encuentren perfectamente coordinados entre sí. Debe sentirse orgullosa de pertenecer a "su" vehículo cazacarros.
  6. Propuesta de mejoras ya probadas:

    1. La ametralladora de a bordo debe ser sustituida por una MG 42 montada en una correspondiente horquilla (véase más arriba).

    2. Para que durante la marcha la infantería montada pueda sujetarse debe incorporarse una cuerda fijada a los ojales soldados.

    3. Detrás de la escotilla del operador de radio debe incorporarse para el transporte de víveres una caja desmontable de chapa de acero, con suelo inclinado y tapa horizontal. Esta caja puede ser adicionalmente aprovechada como asiento para la infantería.

    4. Los soportes de munición que se encuentran debajo del cañón deben ser eliminados pues su capacidad es demasiado reducida. En su lugar debe incorporarse bajo el sistema de cierre del cañón una cesta formada por bandas de chapa de acero en la que puedan almacenarse los cartuchos unos encima de los otros. Más adelante, bajo el tubo, debe incorporarse una cesta similar pero sobre rodillos. Cuando la munición de la primera cesta ha sido disparada, la segunda cesta puede moverse hacia atrás y su munición ser empleada. En los viejos soportes de munición podían almacenarse 40 - 45 proyectiles, en los nuevos en cambio 65 - 70. Esta diferencia en ocasiones puede ser decisiva. En combinación con los nuevos soportes no se han sufrido daños ni en las vainas ni en las granadas.

    5. El comandante debe ser equipado con un subfusíl ó bien una carabina de asalto y desde su cúpula tener acceso al arma en todo momento, pudiendo así disparar contra ataques de infantería por sorpresa ó contra grupos de combate anticarro de proximidad. Adicionalmente debe tener acceso desde su cúpula a granadas de mano huevo y granadas de humo.
  7. Indicaciones tácticas adicionales:

    Debe prestarse una especial atención a la cooperación del cazacarros con la própia infantería.

    Cuando el cazacarros alcanza una nueva posición ya tomada por la infantería, el comandante y el artillero deben ser inmediatamente informados por el jefe de la infantería sobre la situación própia y la del enemigo, importantes puntos del terreno, estado de las carreteras, etc.

    ¡Debe informarse con previsión sobre las mutuas intenciones! Si un vehículo cazacarros ha disparado toda su munición, en el mejor de los casos este es durante su retirada para amunicionar reemplazado por un vehículo cazacarros de reserva. Cuando esto no sea posible, la infantería debe ser informada sobre el motivo y la duración de la retirada del cazacarros. De este modo pueden evitarse los negativos efectos morales que sufre la infantería cuando se siente abandonada por los vehículos acorazados.

    Cuando la infantería debe replegarse, tiene que informar necesariamente a los vehículos cazacarros (especialmente si esto sucede durante la noche). Así puede evitarse que - como ya ha sucedido en el pasado - al amanecer los vehículos cazacarros se encuentren absolutamente solos ante un ataque de la infantería enemiga.

    Antes de la realización de ataques desde posiciones própias protegidas por campos de minas, debe asegurarse con antelación que los ingenieros hayan creado corredores suficientemente anchos.


  8. Nuevo vehículo cazacarros:

    Al final de la guerra la misma empresa productora desarrolló un nuevo y mejorado vehículo cazacarros.

    El nuevo vehículo estaba armado con un cañón de 8,8 cm L 41 con una trayectória de vuelo tan rasante que con el visor ajustado a 1200 m todo carro de combate a distancias de 0 - 1200 m podía ser combatido sin necesidad de ajustar el visor.

    Estaba equipado con cadenas más anchas (aproximadamente 45 - 50 cm) y disponía de mejores características campo a través.

    Era aproximadamente 50 cm más largo, de modo que la tripulación disponía de algo más de espacio. El vehículo estaba equipado con un motor diesel y por lo tanto consumía mucho menos combustible.

    Era el "vehículo cazacarros ideal", pero no llegó a ser empleado.